El sistema circulatorio linfático recorre todo el organismo. Los vasos linfáticos transcurren próximos a las venas, pero no son visibles a simple vista como estas. Su misión principal es contribuir a reabsorber el exceso de líquido (edema) que se forma en los tejidos. El líquido que se encuentra dentro del sistema linfático se denomina linfa.
El drenaje linfático manual (DLM) es una técnica, que mediante suaves y repetitivas maniobras sobre la piel, logra acelerar e incluso redirigir la circulación linfática superficial. Su aplicación acelera la reabsorción del edema.
El drenaje linfático manual como su propio nombre indica se realiza con las manos del terapeuta, no con aparatos o máquinas. Aunque algunos de estos aparatos pueden acelerar también la circulación de la linfa, su utilización debe ser un complemento no un sustituto al DLM.
El drenaje linfático manual es una técnica suave, las maniobras son siempre superficiales y agradables. El drenaje linfático no es una técnica agresiva, los amasamientos o las manipulaciones fuertes de masaje no forman parte del drenaje linfático manual. El drenaje linfático se realiza sin cremas, ni aceites.
La finalidad del DLM es la reabsorción del edema.
El tiempo de sesión es de una hora y como complemento 30 minutos de presoterapia.